domingo, 27 de septiembre de 2015

el transito al comunismo

Resultado de imagen para comunismo<< Marx (...) insiste en que la sociedad comunista tiene dos períodos. En la primera fase - comunismo “imperfecto o grosero”- aunque las clases y el estado han desaparecido y la propiedad social se ha establecido, todavía persisten algunos aspectos de los modos de distribución burgueses. Por ejemplo, en estas fases iniciales la distribución social de los resultados del trabajo social, está basada en la cantidad de trabajo en lugar de en las necesidades sociales. Dicho de otro modo, a tantas horas de trabajo productivo, corresponderá una equivalente cantidad de valores de uso (productos del trabajo).>> (CIS: Op.Cit. El concepto de sociedad de transición)
                Decir que en la primera fase del comunismo desaparecen las clases y el Estado pero persiste el modo burgués de distribución, es una contradicción. En realidad, en el modo burgués de distribución persiste todavía la ley del valor y, por tanto, las bases económicas, sociales y políticas del capitalismo; sólo que, ahora, encarnadas en los asalariados, en la distribución desigual basada en que cada cual recibe un ingreso a cambio de su capacidad laboral individual reflejada en el tiempo de trabajo medio contenido en el producto que contribuye a crear.
Por lo tanto, la "fase inferior" del comunismo supone un cambio revolucionario tanto en la forma como en el contenido del trabajo; en la forma, porque, al desaparecer --o comenzar a desaparecer-- el mercado, desaparece o tiende a desaparecer la "forma de valor" o "valor de cambio" de las mercancías (excepto la fuerza de trabajo), determinado por las condiciones del mercado; en el contenido, como consecuencia de lo mismo, porque la cantidad de trabajo social medio contenida en la retribución que corresponde a cada trabajador se calcula directamente, no ya a instancias del mercado, de modo que con la desaparición de la forma de valor, desaparece el valor mismo de cada mercancía. Pero en tanto y cuanto subsiste el intercambio de equivalentes entre cantidad trabajo creado y trabajo retribuido, las clases desaparecen en su forma social, pero no en su contenido, sigue subsistiendo el espíritu de la mercancía, que es el caldo de cultivo del capital y de las clases. Ese caldo de cultivo no sólo está en el atraso histórico relativo de las fuerzas productivas, herencia del capitalismo, sino en el trabajador mismo, en el cual se contiene la división de la sociedad en clases, ya que unos trabajadores reclaman y reciben más que otros, producto de la aplicación de un derecho igual a individuos desiguales, como no puede ser de otra manera en este período:
<<A igual rendimiento y, por consiguiente, a igual participación en el fondo social de consumo, unos obtienen de hecho más que otros, unos son más ricos que otros, etc. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho (a la participación, que determina el carácter burgués de la distribución) no tendría que ser igual sino desigual.
Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista (no sobre bases propias sino sobre las bases de la sociedad anterior) después de un largo y doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica (a su capacidad de producción; en este caso a la estructura productiva basada necesariamente en la penuria relativa como condición de existencia del mercado y de los precios), ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado.>> K. Marx: "Crítica del programa de Gotha" Punto I, 3. Lo entre paréntesis es nuestro)

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